- Más de 40 años desde que el yacimiento de Pintia comenzara a adquirir la visibilidad popular e internacional que le correspondía. ¿Qué balance puedes hacernos desde sus primeros trabajos en el yacimiento hasta la actualidad, como director del CEVFW?
- Comencé allí en 1979 cuando no era más que un estudiante, ya que por entonces estaba trabajando para mi tesina. Fue en 1985 cuando tomé la dirección de las excavaciones del yacimiento. A partir del año 2000, con la creación del Centro de Estudios Vacceos Federico Watenberg, comenzó un proyecto, coordinado y ambicioso, de creación de infraestructuras. Digamos que se dio un paso decisivo de divulgación de la zona arqueológica, realizando una serie de acciones para que el lugar fuera visitable y para que se dignificara el cementerio vacceo y romano. Anteriormente, había un gran problema de furtivos y de zonas descontroladas que estaban destruyendo el patrimonio riquísimo que tiene este bien de interés cultural.
-¿Qué logros más fundamentales crees que se han logrado en los últimos años para que el yacimiento tenga tanta relevancia a nivel internacional?
- Entre el año 2000 y el 2021 hemos logrado objetivos importantes de cara a la protección de su patrimonio y de cara también al conocimiento del mismo. Esta vieja región vaccea ocupó 45.000 kms cuadrados de superficie que estaban repartidos entre las primeras ciudades que comienzan a aparecer en ese momento al filo del siglo IV a. de C. Esas 50 o 60 ciudades que se repartían en ese territorio tan extenso, conformaban la mitad definitiva de lo que es la extensión de Castilla y León. Podemos decir que, sin lugar a dudas, Pintia es la ciudad vaccea mejor conocida. Todo ello, a pesar de no haber habido mucha tensión de investigación en el terreno del mundo preromano-vacceo
- 125 hectáreas, una muralla de 7 metros de espesor, una necrópolis vaccea, estelas funerarias, ajuares, yacimientos de casa de adobe y madera, hornos, cuentas de vidrio… ¿Qué más descubrimientos nos puede aguardar un yacimiento como el de Pintia? ¿Cuánto nos queda por descubrir?
- Todo esto depende, como siempre, de las inversiones. Hasta ahora hemos tenido un ritmo de inversiones persistente pero bajo. ¿Nuevos descubrimientos? Todos los que queramos, siempre y cuando se invierta adecuadamente. Da vértigo pensar en las dimensiones del yacimiento. De esas 125 hectáreas, 25 en particular lo ocupaba Intramuros, la ciudad de las Quintanas, con 4 metros de estratigrafía. Estamos hablando de un millón de metros cúbicos de arqueología; pero arqueología de la buena porque se trata de arqueología de momentos dramáticos en los que uno huye por piernas para salvar la vida, dejando todos los enseres en la disposición donde estaban. En otras palabras: tenemos las fotos del día ‘D' a la hora H’. Nosotros solo hemos excavado 3500 metros cuadrados de una superficie inconmensurable. No estamos hablando de asentamientos, sino de ciudades extensas.
-A lo largo de estos años, el Centro de Estudios Vacceos ha firmado 200 convenios de colaboración con empresas e instituciones. ¿Qué nos puede decir del compromiso institucional y público?
-Esa es la parte más triste del asunto. Aunque en estos últimos 20 años hemos rondado los 3 millones de inversión, tengo que decir que la parte de administración pública es muy pequeña… no llega ni a una quinta o sexta parte. Y esto es una dificultad que hemos encontrado, porque hablar de la radical importancia que tiene este lugar cuando no hay una correspondencia de la inversión pública se nos hace tarea difícil.
-“Análisis físico-químico de las cuentas de vidrio del yacimiento vacceo de Pintia: Una ventana al pasado de la Ribera del Duero”. ¿Qué nos puede contar de este nuevo proyecto?
-Es un proyecto cuyo investigador principal es el compañero Ángel Carmelo Prieto Colorado (Director del Departamento de Física de la Materia Condensada, Cristalografía y Mineralogía) Se trata de un proyecto competitivo de la Consejería de Educación de la Junta, con fondos europeos de desarrollo regional que nos va a ocupar los próximos tres años.
-Hablemos del Centro de estudios Federico Watenberg. SI no me equivoco, hay una media de 30 alumnos matriculados, y varios de ellos proceden de fuera de España. ¿Cómo es el día a día, la convivencia, la investigación y el trabajo en el Centro de Estudios?
-Es un proyecto muy ilusionante, y también muy cansado a veces, ya que hay que condensar en los meses de verano todo el trabajo de investigación. Desde el año 2000, con la constitución del centro, tenemos un espacio que sirve de residencia de arqueólogos y que genera una gran serie de actividades de corte divulgativo y social. Tenemos cine arqueológico en colaboración con el FICAB, hay visitas guiadas, actividades para colegios…y particularmente, esas excavaciones que dirigimos al sector más universitario. En los cursos de verano convivimos cerca de 20 personas, desde junio hasta septiembre que nos dedicamos a trabajar en el campo sacando nuevas documentaciones y procesando todo ese material en los laboratorios. Además, también tenemos seminarios y formación. Se trata de una especie de ‘Gran Hermano’ cuya convivencia es siempre estrecha y enriquecedora.
-¿Cómo se percibe el yacimiento en el plano internacional de la investigación?
-En verano se convierte en un sitio muy políglota con gente que viene de Australia, Canadá, Estados Unidos, Europa… En este sentido, aportamos a la comarca nuestro grano de arena dentro de esas relaciones de amplio alcance. Trabajamos también con universidades extranjeras para facilitar la llegada de alumnos. Entre eso y las exposiciones entre Portugal y España, no cabe duda de la difusión del proyecto Pintia más allá de nuestras fronteras, con todo lo que eso compete.
- Además de su valor histórico, el yacimiento también tiene su importancia como fuente de turismo, y como atracción en zonas que además sufrieron la despoblación. ¿Cómo continua contribuyendo el yacimiento de Pintia a la atracción de visitantes y turistas?
- En su momento hemos llegado a tener 3000 visitantes. Ahora no hacemos publicidad pero tampoco nos la hacen. Con la misma publicidad que la Junta, Ayuntamiento o Diputación promocionan el castillo de Peñafiel o el Museo del Vino también podrían añadir ‘Zona arqueológica de Pintia’ y facilitarnos así la llegada y el acceso de gente interesada. Objetivamente, los que vienen a visitar el yacimiento quedan encantados con la visita guiada. Estamos hablando de sistemas defensivos que están visibles en parte y que son espectaculares. No tenemos nada parecido en la península ibérica. Se trata de sistemas defensivos al modo mediterráneo que no están documentados más que aquí en Padilla de Duero. Disponemos, entre otros hallazgos, de 3 fosos consecutivos, un campo minado y una muralla descomunal. El potencial es mucho y todavía no está aprovechado del todo.