El Master Universitario ‘Cine, Comunicación e Industria Audiovisual’ recibe los días 19, 20 y 21 de enero a Antonio Saura para impartir el curso de Producción de Cine. Sin duda alguna, un curso clave para un master de cine en cuya perspectiva también figura el lado industrial de esta disciplina artística. Director general de ‘Latido Films’ y licenciado en Historia por la Universidad Complutense, Antonio Saura es actualmente un hombre clave en la exportación de nuestro cine en el mercado internacional. Entre sus últimas películas representadas figura el éxito internacional de ‘El Hoyo’ (Gaztelu-Urrutia, 2019) y títulos como ’Campeones’ (J.Fesser, 2018), ‘Explota, explota’ (Nacho Álvarez, 2020) o ‘Carmen y Lola’ (A.Echevarría, 2018). Vicepresidente hasta el año 2019 de la Academia de Cine europeo, en el talento de Antonio Saura se integran sensibilidades humanistas, inquietudes periodísticas y una sabiduría transversal de los distintos factores que intervienen en la creación global de las producciones cinematográficas.
- ¿Qué te llevó a inclinarte profesionalmente por el ámbito de la producción, en vez de por otros ámbitos del cine un poco más expuestos a la luz pública?
- En realidad yo comencé escribiendo. A los 20 años ya escribí un guión para TVE de un relato de Pere Calders llamado ‘La llave de hierro’ . También colaboraba, asiduamente, con bastantes medios escritos. Escribía en ‘Diez Minutos’, en ‘El País’… eran los tiempos de la movida en los que había mucho interés en escribir sobre lo que gustaba a la gente joven. Y yo entonces tenía 20 años. Lo mío era la prensa escrita hasta que conocí a Gonzalo Suárez . Comencé a colaborar con él, le ayudé en el desarrollo de lo que luego fue ‘Remando al viento’. Después conseguí entrar en Columbia University, donde hice el master de guión. Y ocurrió que, durante el tiempo que estuve en el master, me di cuenta de que lo que más me apetecía era ser yo el generador de las cosas, en vez de esperar a que me llamase alguien para contratarme como escritor o como fuera. Y entonces se me cruzó otra persona fundamental en mi vida, que es el productor Andrés Vicente Gómez. Él me contrató y me llevó a trabajar a su empresa ‘Iberoamericana films’, luego ‘Lola films’. A partir de ahí, ya me dediqué sobre todo a la producción. También tengo que decir que me licencié en Historia y que siempre me interesó bastante el cine histórico. Colaboré con ‘Remando al viento’, donde aparezco como investigador; en ‘El Dorado’, la película de mi padre, donde también hice toda la investigación histórica que dio lugar a la película. En fin… he ido mezclando cine con lo que era mi base de formación, que era la historia y, sobre todo, la historia moderna.
- El cine es algo que lleva en la sangre ¿Qué recuerdas de tu infancia y adolescencia estando tan cerca del mundo del cine?
- Yo siempre digo que uno vive la infancia que uno vive y no las infancias de los demás. A los cuatro años, por ejemplo, mi madre me llevaba al rodaje de ‘La Caza’ . Luego está la relación de mi padre con Geraldine (Chaplin). Gracias a un afortunado acuerdo entre mi madre, Geraldine y mi padre, mi hermano yo vivíamos, sobre todo, con mi padre y con Geraldine. Así mi madre pudo desarrollar su vida profesional mientras nos tenía también cerca. De algún modo, Geraldine nos invitaba a mi hermano Carlos y a mí, a rodajes donde estaba gente como Charlton Heston… Recuerdo que Raquel Weltch también venía a casa… En fin, este tipo de cosas eran excepcionales. Las contabas en el colegio y todos alucinaban. Pero también eran normales porque esa gente eran amigos… no había distancias, pero sí respeto. Afortunadamente, creo que mis padres lo hicieron muy bien. Me rodearon, me protegieron y me dieron una serie de ventajas cuyo valor he percibido en la medida en la que he crecido y en la que he visto lo difícil que es ofrecer lo mismo a tus propios hijos.
- Además de productor de cine, también eres productor de documentales. ¿Crees que estamos asistiendo a una nueva edad de oro del documental gracias a las plataformas digitales?
- Sinceramente creo que estamos en una edad de oro del documental, pero no a causa de las plataformas. Las plataformas se están beneficiando de esta edad de oro, pero no la han creado. Creo que es al revés. El documental creativo, por ejemplo, no tiene cabida en las plataformas. Realmente en ellas se está dando la eclosión de fantásticos trabajos, como los de los crímenes de Alcásser o el de Jesús Gil. También hay mucho documental de deportistas que son bastante ejemplarizantes. Pero no representan lo que es la edad de oro del documental … Por ejemplo, tenemos un gran documental que es ‘El año del descubrimiento’, que acaba de ganar los ‘Forqué’, al que yo no veo en las plataformas. El proceder de las plataformas consiste en recoger datos que se transforman en ‘lo que se tiene que hacer’ a través de unos algoritmos. Creo que ese procedimiento va a dificultar que se agoten otras formas de explotación. Yo pienso que los mejores documentales de España siguen siendo apoyados por Televisión Española, por poner un ejemplo.
- ¿Qué tiene que tener, en estos tiempos, una película para que al menos aspire a la aceptación del público actual?
- Lo que tiene de bonito el cine es que, afortunadamente, nunca puedes estar seguro de si algo va a funcionar bien o no. Yo no he sido productor de grandes éxitos. Envidio a colegas míos que han tenido fórmulas de éxito, como por ejemplo Andrés Vicente Gómez en ‘¡Ay, Carmela!’ o con ‘Belle Époque’. Luego llega otra generación y te hace ‘Días de futbol’ o ‘Al otro lado de la cama’, o Martínez Lázaro, con los apellidos vascos y catalanes… Al final de todo ¿qué es el éxito en el cine? Pues una conjunción de elementos, de acertar con una historia, que esa historia no llegue ni demasiado pronto ni demasiado tarde, y que se sepa hacer muy bien desde un punto de vista técnico, correspondiendo a la historia que se está contando. Y también confiar en una campana de marketing. Lo que tiene bonito el cine es que cada película es un prototipo. Por mucho que se crea en el algoritmo, el algoritmo al final repite… y el cine, no repite nunca.
- ¿Qué se nos da mejor en el cine español actualmente, Antonio?
- Lo que veo ahora es una pluralidad tan enorme… Las nominaciones españolas a los Forqué han tenido en común, solamente, que eran películas españolas. Puedo decirte que desde fuera lo que más nos están pidiendo son películas en la línea de ‘El Hoyo’, en la línea del thriller… Además hay una enorme curiosidad por las líneas más ‘autoriales'. Ahora mismo lo que se nos está dando mejor es, ya te digo, el ‘thriller’ o el terror inteligente, siempre que este último sea distinto al que puedan hacer los americanos.
- ¿Qué proyectos tienes desde la productora ‘El Latido’ para los próximos meses?
- Tengo cosas muy bonitas como la película de Colomo, ‘Poliamor para principiantes’, la de Carlos Saura, ‘El Rey de todo el mundo’… y firmadas tengo cosas extraordinarias. El reto que tenemos ahora es el de cuándo vamos a querer sacarlas… y también quién te compra la película. Las salas han quedado muy tocadas con la pandemia y no todas las películas son para plataformas digitales. Ha habido gente muy valiente que ha seguido rodando. El otro día me decía un productor: “¡800 PCR después hemos terminado el rodaje!”. Es una frase estupenda para retratar lo que está pasando en este momento.
- ¿Algún consejo o lección especial en este master para los que quieran dedicarse al mundo de la producción?
- Simplemente, que me haga preguntas. El tema de la producción también es tremendamente creativo e implica todo… es muy vasto. Está la fase de riesgo empresarial, cómo pones en marcha la idea, cómo la financias, cómo contratas a quién, cómo posicionas la película y qué haces para que no pase desapercibida y para hacer tú más ruido que otros… Realmente es un mundo fascinante que te hace pensar en él todos los días.