Miguel Delibes, con 73 años, recogía en Alcalá de Henares su Premio Cervantes exponiendo aquel discurso profundo e introspectivo en el que quedaron grabadas, para siempre, algunas de sus frases más célebres. Ahí quedó su famoso “Yo no he sido tanto yo como los personajes que representé en ese carnaval literario” con la que cerraba aquel discurso y que José Sacristán nos recordó hace unos meses en la Universidad de Valladolid desde la charla ‘Delibes y Sacristán a escena”. También quedó registrada la desgastada sentencia, refiriéndose a sus personajes, de “Ellos me han vivido la vida”. O aquella magistral frase “el novelista va dejando de ser él mismo para irse transformando en sus personajes”. Aquellas y otras reflexiones, que hoy son fundamentales para continuar entendiendo su talento, integran su discurso del Premio Cervantes de 1993 que este 12 de marzo será depositado por la familia Delibes de Castro en la Caja de las letras del Instituto Cervantes.
Con la mala fortuna de que el mundo haya tenido que celebrar el centenario de su nacimiento en el año de la pandemia, lo cierto es que en este 2021 continuarán realizándose actos de conmemoración en torno al autor vallisoletano. Y el más cercano es precisamente el que celebra la sede del Instituto Cervantes, coincidiendo además con el decimotercer aniversario de su fallecimiento.
Nuestra Catedrática de Literatura Española en la UVa, Pilar Celma, es experta, entre otras áreas de investigación, en la literatura del siglo XX, concretamente en la Poesía y Narrativa española desde la guerra civil hasta la actualidad. Codirectora además de la Cátedra Miguel Delibes, se nos hace realmente interesante poder escuchar sus reflexiones y valoraciones en torno a Delibes en estos meses conmemorativos.
Y no podemos comenzar a hablar con ella sobre Delibes sin hacer primero balance de los actos de conmemoración que han podido realizarse de manera presencial o digital en torno al centenario del escritor. Para Pilar Celma “un centenario tan importante de una figura tan relevante hubiera merecido, en mi opinión, más de lo que ha podido hacerse debido a la pandemia”. Aún así, de las actividades que pudieron realizarse el pasado año, la catedrática de la UVa destaca la mesa redonda en torno a Delibes que se llegó a realizar en la Feria del Libro de Frankfurt. Y a modo esperanzador, la Codirectora de la Cátedra Miguel Delibes, Pilar Celma, tiene expectativas para este 2021 en lo relacionado con la extensión del centenario del autor. “Ahora estamos más preparados que el año pasado para realizar actos en pandemia” sostiene. “Y por ejemplo, además del acto de este viernes en Madrid, hace poco se ha inaugurado una exposición sobre él en la Biblioteca Nacional… En fin, se va retomando todo y creo que, al final, el centenario servirá, una vez más, para dar visibilidad a la figura de Delibes en el ámbito nacional y en el internacional”.
Novelista de personajes
“Delibes era un humanista y, por tanto, el hombre es el centro de su narrativa e ideología” confiesa Pilar Celma a la hora de recordar el desdoblamiento de Delibes en sus personajes que tan presente está en aquel discurso del Premio Cervantes de 1993. “No lo digo yo” sostiene Celma. “Está ya dicho que Delibes es un novelista de personajes. La prueba está en que puede haberse leído hace 30 años ‘Los Santos Inocentes’ y se puede haber olvidado de cómo acaba la novela, pero de los personajes no se olvida nadie porque Delibes realmente los borda. Son personajes realmente redondos que nos impactan, que tienen una enorme personalidad… y eso tiene que ver, entre otras cuestiones, con la sensibilidad humanista del autor”.
Opiniones tanto especializadas como populares, destacan el desdoblamiento de Delibes en sus personajes contrastada con una escasa implicación autobiográfica. A través del filtro de este contraste, se escapa la conocida intreacción vital entre el autor y ‘seres’ como ‘El Mochuelo’, Lorenzo el cazador, Pacífico Pérez o Gervasio García de Lastra. Al respecto, Pilar Celma confiesa que “hay autores como Dostoyevski o Mario Vargas Llosa en ‘La Tía Julia y el escribidor’ que, sin buscar autobiografía, se vuelcan personalmente en esos personajes, teniendo también vida éstos en el autor, creando una especie de círculo que se retroalimenta”. Pilar Delibes sintetiza añadiendo que “Miguel Delibes vive en sus personajes, pero éstos también tienen mucho de la vida de Miguel Delibes”
Además de destacar a Delibes como un humanista cristiano, Pilar Celma resalta que “es un hombre con los pies en la tierra. Por eso es un gran observador de la sociedad española”. “Y entonces -prosigue nuestra catedrática- tanto en su labor periodística como en ensayos, en conversaciones, en otros testimonios o en conferencias, él adopta una postura y defiende sus ideas de forma extraordinaria, muy argumentadla y muy fundamentada”.
Precisamente de esa mezcla de humanismo cristiano y de esa atenta observación de la sociedad española del momento, surge también el talento visionario de Delibes, que Pilar Celma sitúa especialmente en el compromiso del autor con un progreso razonable vinculado con lo rural. Al respecto, la Codirectora de la Cátedra Miguel Delibes enfoca su perspectiva en torno a su discurso ‘El sentido del progreso desde mi obra’ que el novelista leyó el 25 de mayo de 1975 en el acto de su entrada en la Real Academia Española. “Se trata de un discurso -confiesa Pilar Celma- que desde nuestro punto de vista de hoy en día nos lleva a considerarle un visionario”. Celma recuerda que “en aquel momento, se le consideró un poco reaccionario porque él se estaba oponiendo al abandono del mundo rural. Y por aquel entonces, a los urbanistas y a los tecnócratas de ese momento, que pensaban que el progreso estaba en las ciudades, pues claro, les sorprendió… pareciéndoles ese discurso algo retrogrado y reaccionario”. 13 años después del fallecimiento de Delibes, Pilar Celma revela que “nos hemos dado cuenta, hoy en día, de que no es así… de que Delibes era casi un visionario, porque lo que estaba propugnando era un progreso razonable… un progreso que no fuera mediante el abandono, sino mediante una reactivación del mundo también rural, a través de un amor y un cuidado por la naturaleza, llevado a cabo sobre todo por el hombre”.
Recientes y futuros proyectos
Pilar Celma nos lleva al curso 2021-2022 para continuar investigando y disfrutando a Delibes, pero no sin antes destacar trabajos realizados recientemente en torno a nuestro escritor. “El pasado año -recuerda Celma- coordiné personalmente un número especial por el centenario de Delibes en una de las revistas más importantes del hispanismo que es Ínsula. En ese trabajo se hizo una reedición de los estudios de Miguel Delibes, pero a la vez se aportaron nuevas perspectivas”. A esta prestigiosa publicación, Celma le suma dos actividades pendientes desde su labor en la Cátedra Miguel Delibes. La primera de ellas es el Curso de Doctorado en la sede de Nueva York que lo va a impartir Noël Valis de la Universidad de Yale. “Y seguramente -sostiene la codirectora de la cátedra- vamos a firmar un convenio de colaboración con el Instituto Cervantes para poder llevar también los objetivos de la Cátedra Miguel Delibes, compartirlos en el Instituto Cervantes y hacer una actividad cada año en las distintas sedes del mismo”.
Finalmente y desde la Universidad de Valladolid, Pilar Celma nos informa de la recuperación de unas jornadas de estudios sobre el escritor que el pasado curso no pudo realizarse y que respondían al nombre de ‘La alargada sombra de Delibes sobre la España vacía”. “Lo estamos programando ahora, con vistas a septiembre u octubre” sostiene Celma. “Hablaremos, por una parte, de Miguel Delibes como maestro de nuevos novelistas y otra parte, hablaremos de lo que actualmente se llama Novela Neorural”.