Entrevista: Roberto Terne
Novelista, crítico literario, columnista y también regidor de su propia librería en la localidad de Cercedilla, en la sierra de Guadarrama. Hace ya 7 años que, tras impartir clases de literatura en diversas universidades estadounidenses, Rafael Reig decidió abandonar la ciudad por la montaña. La Librería Fuenfría es el refugio donde podemos encontrar a una pluma de las libres, de esas que prescinden de filtros para retratar tanto a su entorno como a él mismo. Un ejemplo de ello es su “excomunión” de distintos periódicos a causa de hacer caso omiso a la (auto)censura tan propia de nuestro tiempo. Y también vale como ejemplo una última novela, ’Amor intempestivo’ (2020), en la que Reig expone sus tiempos pretéritos sin recurrir al auto-corrector.
Los ‘III Encuentros de Verano-La Belleza de la UVa’ recibirán el viernes 16 de julio a Rafael Reig en un encuentro matinal titulado ‘El descrédito de lo sublime’ del que el mismo escritor nos ofrece un avance en esta entrevista. Reig estará acompañado por Felipe Santos (Director de Instituto Cervantes en Münich), Antonio Luis Aduriz (Chef de Mugaritz) y Vicente Pliego (Director y fundador de Bodegas Pinea). Presentará Carmen Morán, Profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UVa. El encuentro tendrá lugar a las 10 de la mañana en el Palacio de Santa Cruz.
-La cita que nos propones para los ‘encuentros’ lleva el título de ‘El descrédito de lo sublime’. ¿Qué nos puedes esbozar tras este título?
-El concepto inicial de estos encuentros, en un principio, fue algo que me sonó muy acogedor y divertido para mí que era ‘Lo bello y lo esperpéntico’. Le di una vuelta y pensé aquello de que el esperpento, como todos sabemos, es en suma la desfiguración de la realidad en los espejos cóncavos de Valle Inclán. Yo pienso que lo bello puede ser algo desfigurado, porque lo bello es una convención. Además… de lo bello siempre te puedes reír… siempre puedes convertirlo en grotesco. Pero, por otra parte, existe lo sublime, que es algo más que lo bello… es algo de lo que no se puede hacer un esperpento. Entonces vamos a poner ejemplos para ver si eso no existe. Haremos una prueba científica (risas) Y si al final no llegamos a una conclusión pasaremos al menos un buen rato.
-Nuestra Vicerrectora de Comunicación y Extensión Universitaria, Carmen Vaquero, ha destacado recientemente una de tus frases que es “La belleza no se puede poseer ni atesorar , pero sí se puede sentir”. ¿Cómo llegas a esta reflexión?
-Citando a un verdadero maestro que es Claudio Rodríguez, él tiene un poema que dice “porque no poseemos, vemos”. Yo creo, justamente, que poseer algo es la forma de perderlo. Y creo que hay que disfrutar ese algo , aprender a verlo y conseguir extraer felicidad de ello. Hoy en dia que somos tan adquisitivos, que queremos tenerlo todo en nuestra casa , creo que lo mejor es buscar lo que nos pertenece a todos… Por ejemplo, buscar algún paisaje en alguna calle del pueblo… que es como la fuente de la que cualquiera podía extraer agua fresca de belleza y de renovación. En definitiva, no hay que intentar poseer la belleza porque eso no conduce a nada en ningún caso. Y mucho menso en el caso de una pareja.
-¿Qué canon crees que expresa mejor a la belleza, como concepto cambiante que es, en el siglo XXI? ¿Y cuál es tu ideal de belleza?
-Bueno.. creo poco en la belleza ¿eh? Si vives en una ciudad y vas a un pueblo donde un río atraviesa un monte, te parecerá muy bonito porque lo ves el fin de semana y el resto de los días estás en la ciudad. Sin embargo, si vives al lado de ese río ya no te parece bonito… a lo mejor te parecerá otra cosa ¿no?. La belleza es un valor muy relativo, y creo que lo sublime en cambio es algo discutible. David Bowie fue el que se anticipó a los cánones actuales porque creo que la belleza, hoy en día, es un poco andrógina. Hoy en día hay mujeres rotundas y también hay hombres con esas barbas de dos días que a las doce de la mañana ya tienen las mejillas de color ceniza… Ellos parecen simios y ellas parecen… no sé… unas señoras robustas , carniceras o algo así… Creo que la belleza que tenemos ahora tiende mucho a la estilización y a la ambigüedad. Y no me parece mal porque yo a pesar de mi proyecta edad soy todavía sensible a la belleza de mi tiempo.
-El año pasado se publicó tu última novela ‘Amor intempestivo’, que muchos han definido como uno de tus libros más abiertos y donde más expuesto estás… ¿Estás de acuerdo?
Sí. No tengo más remedio que estar de acuerdo. Es un libro en el que se cuenta parte de mi vida, ente los 25 y los 35 años. Lo he escrito no para contar cotilleos ni para describirme… yo siempre digo que una confesión es el mejor escondite porque eres tú el que la hace (risas)… Lo he escrito para llegar a una conclusión de qué sentido ético tiene para mi la vida. No es un libro de andanzas, sino de intentar sacar alguna lección y convertir la experiencia personal en algo que tenga un cierto valor para esas personas que logran llegar a una conclusión más general. Pero sí… estoy expuesto porque hablo de mis ligues, de mis ‘borracherillas’ y de muchas cosas. Sé que por ello hay gente que me mira de otra forma, pero bueno.. ya a mi edad qué más me da (risas)
-¿Hay algún próximo proyecto en tu horizonte artístico?
-Estoy un poco embarrancado con esta peste negra que nos ha tenido 400 días con mascarillas, tres meses en casa y todo eso. Ahora estoy saliendo de este atranco. Para mi desgracia no sé escribir otra cosa que novelas, y eso es algo que da muchísimo trabajo. Porque para un poema, te tomas dos whiskys y en una tarde lo rematas… pero una novela es algo que requiere muchísima disciplina. Además, yo soy muy lento y voy muy despacio. A mi edad quizás ya no puedo meter a tantos protagonistas de 30 años porque yo tengo casi 60. Puede que aparezcan personas mayores… porque además, los mayores somos gente que tenemos mucha vida interior, algunas ‘aventurillas’ y cosas así.
Rafael Reig. Trayectoria profesional:
Rafael Reig estudió Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Madrid y dio clases de literatura en varias universidades norteamericanas. Es autor de dos brillantes novelas sobre la historia de la literatura: Señales de humo (III Premio de Novela Solar de Samaniego) y La cadena trófica, que conforman un particular Manual de literatura para caníbales, y de, entre otras, las novelas Todo está perdonado (VI Premio Tusquets Editores de Novela 2010), Lo que no está escrito (Premio Pata Negra 2014 a la mejor ficción policiaca), Un árbol caído, Para morir iguales y Amor intempestivo, su última novela.
Programa Viernes, 16 de julio 2021. Palacio de Santa Cruz.
10.00-14.00 h.
La estética sensorial
Vicente Pliego. Director y fundador de Bodegas Pinea
Sabor a rancio
Andoni Luis Aduriz. Chef de Mugaritz
Pausa café
Belleza esquiva. Un camino por la cultura en español
Felipe Santos. Director del Instituto Cervantes en Múnich
El descrédito de lo sublime
Rafael Reig. Escritor
Presenta: Carmen Morán. Profesora de la Facultad de Filosofía y Letras. UVa
Inscripciones: https://entradas.uva.es
Del 15 al 17 de julio de 2021. Palacio de Santa Cruz de la Universidad de Valladolid